Con todo ese ánimo y todo ese espíritu se ser mexicano, agradecemos que se hayan dado cita para juntos haber gritado por México.
En palabras no dichas, seguimos dando lo mejor de nosotros, como seres humanos y como miembros de la ciudad, porque deseo que Teopisca, siga siendo humilde, noble, y desde luego, un ejemplo para el mundo. Una pequeña ciudad de paz, de armonía y de prosperidad.
Hoy reimos, nos reunimos, morales y civiles cantamos y gritamos a todo pulmón para que lo sepa el mundo...
JUNTOS RECONSTRUYAMOS A TEOPISCA.